TOMICUS, DIMINUTO Y PODEROSO ENEMIGO PARA LOS PINOS

En los montes y jardines donde crecen principalmente pinos, aunque también ataca a otras coníferas, existe un pequeño insecto capaz de causar grandes daños: el Tomicus, un género de escarabajos perforadores de la corteza que afecta a distintas especies de pinos en toda la península ibérica. Aunque su tamaño no supera unos pocos milímetros, su impacto en la salud de los árboles puede ser devastador.

Ejemplar afectado por TOMICUS, Miraflores de la Sierra

¿Qué es el Tomicus?

El Tomicus (principalmente Tomicus destruens y Tomicus piniperda) es un barrenador de la corteza perteneciente a la familia Scolytidae. Estos insectos realizan galerías bajo la corteza de los pinos, donde se alimentan y se reproducen, interrumpiendo el flujo de savia y debilitando gravemente al árbol.

Las hembras excavan galerías madre en el tronco o en las ramas gruesas, y las larvas, al alimentarse, crean nuevas galerías radiales. Todo este proceso interrumpe la circulación de nutrientes, provocando el secado progresivo de acículas y, finalmente, la muerte del árbol.

Ejemplar afectado por TOMICUS, Miraflores de la Sierra

¿Qué árboles afecta?

El tomicus se especializa en coníferas del género Pinus, aunque en ocasiones también puede atacar a otras coníferas cuando las poblaciones son elevadas o los árboles se encuentran muy debilitados.

En resumen:

El tomicus ataca principalmente a pinos, aunque también puede afectar a otras coníferas si las condiciones lo favorecen. Prefiere los árboles debilitados por estrés hídrico, daños mecánicos, podas incorrectas o plagas previas, pero en infestaciones severas puede colonizar ejemplares aparentemente sanos.

Síntomas de ataque:

Los indicios más comunes de la presencia de tomicus son:

• Acículas amarillentas o rojizas en la copa.

• Restos de serrín fino (similar al polvo) en la base del tronco o sobre la corteza.

• Agujeros de salida en la madera o la corteza.

• Muerte repentina de ramas o del árbol completo.

Estos síntomas suelen hacerse visibles cuando el daño interno ya es considerable.

Ciclo biológico:

El tomicus tiene una o dos generaciones al año, dependiendo de las condiciones climáticas. Los adultos emergen en primavera, buscando árboles debilitados para colonizar. En verano, las nuevas generaciones pueden atacar brotes jóvenes, deteniendo su crecimiento.

Soluciones y control del tomicus:

• Prevención silvícola

• Evitar acumulaciones de restos de poda o madera seca, ya que atraen a los adultos.

• Realizar podas en la época adecuada (otoño o invierno), cuando la actividad del insecto es mínima.

• Mantener los árboles vigorosos mediante riegos, abonados y un manejo adecuado del suelo.

• Eliminación de focos

  
  

• Retirar y destruir (mediante trituración o quema controlada) los troncos y ramas infestadas antes de la primavera.

• Evitar el almacenamiento prolongado de madera de pino.

  

  Ejemplar afectado por TOMICUS, Miraflores de la Sierra

Control biológico y químico:

• Uso de trampas con feromonas para reducir la población adulta en zonas afectadas.

  
  

• Aplicación puntual de tratamientos fitosanitarios, siempre bajo supervisión técnica.

• Seguimiento técnico

• Contar con profesionales en arboricultura y sanidad vegetal para la detección temprana y la planificación de actuaciones.

Conclusión:

El tomicus es un enemigo difícil de ver pero fácil de prevenir si se actúa a tiempo. Una gestión adecuada de los pinares y jardines, junto con la vigilancia constante, permite mantener los árboles sanos y evitar daños irreversibles.

En DERAMAENRAMA trabajamos cada día para proteger y conservar el arbolado, aplicando técnicas de trepa en tala y poda de altura, llevando acabo una gestión sostenible que respetan el entorno y la salud de los árboles. Si sospechas que un pino o conífera puede estar afectado por tomicus, contacta con profesionales cualificados: actuar a tiempo es la mejor herramienta para salvarlos.

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